Isaías Medina Angarita (San Cristóbal, 6 de julio de 1897 - Caracas, 15 de septiembre de 1953), fue un político y militar venezolano. Desempeñó los cargos de Ministro de Guerra y Marina entre 1936 y 1941 bajo la Presidencia del General Eleazar López Contreras y fungió como Presidente de la República desde 1941 hasta 1945. A pesar de que fue elegido para el período 1941-1946, no terminó su mandato presidencial, ya que fue derrocado por un golpe de Estado perpetrado por un sector golpista del ejército, alentado y aliado con dirigentes y militantes del partido Acción Democrática. Fue un modernizador del Estado, introduciendo audaces reformas, las que convirtieron a Venezuela en una república moderna y plenamente integrada al siglo XX.
 Fue el hijo menor del matrimonio del General Rosendo Medina y Alejandrina Angarita García. Su padre murió en combate durante la batalla de San Cristóbal cuando tenía cuatro años. Estudió primaria y bachillerato en San Cristóbal y en 1912 se traslada a Caracas para cursar estudios en la Escuela Militar {actual Academia Militar de Venezuela). Medina Angarita se graduó de sub-teniente el 23 de julio de 1914 y ocupó el puesto diecisiete de su promoción. Colaborador del presidente Juan Vicente Gómez, fue nombrado por éste Jefe de Estado Mayor. A la muerte de Gómez se desempeñó como Ministro de Guerra y Marina bajo el gobierno de Eleazar López Contreras, desde 1936 hasta 1941
Medina llegó a la presidencia arrastrando una leyenda negra acerca de sus simpatías por el fascismo y de su inclinación por Benito Mussolini, que lo acompañó durante los años en que había sido ministro de Guerra y Marina. Según crónicas del periodista Miguel Otero Silva, durante ese período lo hicieron responsable de todos los actos del gobierno que se consideraran antidemocráticos, como el destierro de un dirigente de la oposición o la clausura de un periódico. En cambio, si López Contreras tomaba una medida de índole democrática, se decía que lo hacía «a pesar de Medina». Debido a estos antecedentes, existía el temor de que la elección de Medina como presidente significara un retroceso en la evolución política desde la muerte de Juan Vicente Gómez en diciembre de 1935. Esta componenda de desacreditación al presidente Medina se llevó libremente; el gobierno del General Medina permitía y garantizaba la plena libertad de expresión, situación aprovechada por los dirigentes adecos para calumniar al propio presidente y su gestión. Mantuvo la neutralidad de Venezuela durante la Segunda Guerra Mundial a pesar de verse involucrado desde el hundimiento del buque petrolero Monagas tras el ataque de la flota submarina nazi en la Operación Neuland de 1942. El Presidente Medina Angarita declaró la guerra al Eje el 15 de febrero de 1945 como requisito para participar en la conferencia fundacional de las Naciones Unidas en sustitución de la Sociedad de Naciones organización que había fallado en su propósito de evitar otro conflicto internacional.La apertura política que permitió la legalización y actuación de los partidos facilitó, igualmente, la permanencia de los sindicatos existentes y la legalización de los que se iban organizando. En el sistema de democracia que Medina estaba empeñado en fortalecer, una aparece una clase obrera más organizada y que, con la experiencia adquirida en años de represión, venía preparándose para hacerse sentir. Por ello, la democratización en la esfera sindical no se presenta en este período en términos de una lucha de clases, sino más bien, como una lucha partidista por el control de los sindicatos. Este enfrentamiento, llevaron a que 93 sindicatos, junto con 3 centrales obreras, fueran disueltos por el Ministerio del Trabajo, por considerarlos tentáculos de partidos políticos.
Entre los aspectos de la política laboral del presidente Medina, merecen destacarse:
  • La implementación perentoria de la Ley del Seguro Social Obligatorio, promulgada en 1940 con la que se creaba el Instituto Central de los Seguros Sociales y el funcionamiento de la primera Caja Regional en 1944;
  • La ampliación de los servicios de cultura obrera;
  • La fijación de salarios mínimos;
  • La abolición del trabajo nocturno en algunas industrias;
  • La reglamentación de la Ley de Sociedades Cooperativas; :
  • La reforma parcial de la Ley del Trabajo y la promulgación del reglamento del trabajo en el campo.
 Mención aparte merece la firma del primer contrato colectivo para la industria petrolera, el 14 de junio de 1945, pero que no pudo ser presentada ante el Congreso en 1946, debido a la ruptura de la normalidad constitucional por el golpe de Estado del 18 de octubre del 1945. La firma de ese contrato colectivo constituye uno de los mayores logros de Medina Angarita en materia laboral y vino a compensar a los trabajadores petroleros por la disolución de 14 de sus sindicatos

Economía y política fiscal

A ese cambio estructural en las esferas política, social y laboral que se inicia durante el gobierno de Medina Angarita, se añade un cambio de idéntica índole en el campo legislativo, realizado a través de 3 reformas:
  • La Reforma Fiscal con la Ley de Impuesto sobre la renta (1942); cuyo objetivo fue establecer tributaciones progresivas para así proteger a los sectores menos adinerados, reduciendo los impuestos indirectos que hasta entonces recaían por igual en personas con ganancias muy pequeñas o abultadas, como los de la gasolina y de la sal.
  • La Reforma Petrolera con la Ley de Hidrocarburos de 1943, que extendía por 40 años más las concesiones a las empresas extranjeras. Medina, consciente de que en aquella época Venezuela no poseía personal capacitado para tomar el control de la industria petrolera, estimaba sin embargo que para 1983 ya existiría una generación suficientemente preparada para ello. Esta ley tuvo como elementos esenciales:
    • La unificación de la legislación aplicable a las concesiones, mediante la adaptación y conversión de contratos otorgados bajo leyes anteriores;
    • El aumento de la participación del Estado venezolano al 50% de dichos beneficios, estableciendo además la obligación para los concesionarios de pagar, no sólo los impuestos consagrados en dicha ley, sino todos los impuestos generales que se establecieren, por lo que las compañías petroleras quedaron sujetas desde ese momento al pago del impuesto sobre la renta.
    • La transformación del transporte por oleoductos en un servicio público;
    • La obligación por parte de las empresas de llevar su contabilidad en Venezuela y de suministrar al Estado los informes técnicos relativos a las regiones estudiadas;
    • La suspensión de las exoneraciones aduaneras como un derecho adquirido.
    • La fijación de un plazo, hasta que terminara la Segunda Guerra Mundial, para refinar en territorio venezolano el petróleo producido en el país, vieja preocupación del presidente Medina a la cual opusieron resistencia las petroleras hasta el último momento.
  • La Reforma Agraria con la Ley de Reforma Agraria de 1945. No se pudieron conocer los resultados porque fue puesta en vigencia el 20 de septiembre de 1945 y quedó en suspenso al producirse el golpe de estado el 18 de octubre del mismo año; pero estaba orientada a inducir cambios sociales al promover la redistribución de la tierra para incorporarla al proceso productivo del paísMedina fue la víctima de una insurrección contra un sistema de gobierno que él heredó, democratizó y modernizó.

Legado

El General Medina fue un hombre de grandes convicciones, sencillo y plural; su temple de estadista propició la dinámica necesaria para convertir a Venezuela en una república moderna. Su legado más importante es la siembra del espíritu democrático en la conciencia del pueblo venezolano y el estímulo que entregó al colectivo nacional para tomar protagonismo decisivo en la lucha por la igualdad social. No obstante, el impacto a largo plazo de su obra de gobierno abarcó prácticamente todos los ámbitos del desarrollo. 
  •  Fue apresado y expulsado del país, radicándose en la ciudad de Nueva York. En mayo de 1952, sufrió un accidente cerebrovascular que le dejó como secuela una hemiplejía izquierda. El nuevo gobierno le autorizó regresar a Venezuela, falleciendo finalmente un año después, a la edad de 56 años.
El primer venezolano que se ceduló fue el ciudadano presidente con el número de cédula número 0001 por el Sistema de Identificación Ciudadana, que luego se llamó Dirección de Identificación y Extranjería (DIEX), después Oficina Nacional de Identificación y Extranjería (ONIDEX), y por último Servicio Administrativo de identificación, Migración y Extranjería (SAIME).

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