Evaluarán poblaciones de la especie Crocodylia en Anzoátegui

 Como parte de la celebración del Día del caimán del Orinoco, el Ministerio del Poder Popular para Ecosocialismo y Aguas (Minea), anunció que iniciarán acciones para evaluar las poblaciones de las especies que forman parte de la familia Crocodylia en el estado Anzoátegui.

Katiuska Homsi, directora de la Unidad Territorial de Ecosocialismo y Aguas (UTEA), precisó que de esta manera la institución hará un reimpulso de los estudios e investigaciones científicas que deben ser promovidos desde la cartera ambiental.

Aún cuando en el estado Anzoátegui no existen registros históricos de poblaciones del caimán del Orinoco (Crocodylus Intermedio), en la entidad hacen vida tres de las cinco especies de grandes lagartos que habitan en Venezuela.

De acuerdo con datos aportados por la Oficina Nacional de Diversidad Biológica y el personal técnico del Minea Apure, el caimán del Orinoco se encuentra distribuido entre los estados Guárico, Cojedes, Barinas, Apure y parte de los llanos colombianos.

En la geografía regional se puede apreciar el caimán de la Costa (Crocodylus acutus), la baba (caimán crocodilus) y el babo morichalero (Paleosuchus palpebrosus).

En el libro de Andrés Eloy Seijas, titulado Los Crocodylia de Venezuela, se expone que estas especies al igual que las aves son los únicos representantes de la archosauria o del grupo de animales que dominó el planeta durante la era mesozoica que se ubica entre los 245 y 65 millones de años antes de Cristo, y que ha podido mantenerse hasta nuestros días, de este criterio parte la necesidad de conservarlos.

Presiones

Según relatos históricos y la tradición de las etnias venezolanas, los animales de la familia Crocodylia han sido consumidos como alimentos, pero también era aprovechada su grasa como purgante y sus dientes, según los indígenas, tenían propiedades curativas para los venenos.

Desde finales del siglo XIX e inicios del XX, los caimanes del Orinoco y de la costa, fueron explotados hasta casi llevarlos a la extinción y existen registros del Estado que indican que entre los años 1933 y 1935 se llegaron a exportar 900 mil pieles de caimanes a Europa donde eran transformados en bolsos, zapatos, maletas y otros accesorios de altísimo costo.

"Afortunadamente estas especies de la fauna silvestre nacional se encuentran protegidas y en el caso del caimán del Orinoco existe un programa especial para su conservación", sostuvo la titular de la UTEA Anzoátegui.

Asimismo, indicó que pese a estas medidas queda mucho por hacer, debido a que los crocodilios siguen enfrentando riesgos  como la pérdida de sus hábitats naturales por el crecimiento de las ciudades y siguen siendo objeto de cazadores.

"Hay ejemplos en la zona norte de Anzoátegui donde las babas amanecen en los patios de las casas, la gente se asusta y las mata, mientras que lo correcto es venir al Minea para que nosotros podamos hacer la extracción y reubicación del animal. Los grandes lagartos no tienen la culpa, la realidad es que hemos estado ocupando sus espacios naturales", refirió.

Prensa Ecosocialismo y Aguas (Minea) / Rosa Ortega


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