INFO: 18.01.2017.- RESUMEN DE OPINIÓN

TEMAS ABORDADOS
TEMA: NUEVO CONO MONETARIO
MATRICES: Fracaso del modelo económico / Alta Inflación.

TEMA: EJERCICIO MILITAR ZAMORA 200
MATRICES: Militarismo / División entre los venezolanos / Promoción de un conflicto armado.

TEMA:  DIÁLOGO NACIONAL
MATRICES: Falta de independencia de los poderes  públicos / manipulación electoral.

TEMA:  PSUV
MATRICES: Baja popularidad del Presidente Maduro /  Luchas internas en el  PSUV
BALANCE GENERAL
En su editorial, El Nacional se dedicó en atacar las políticas implementadas por el gobierno nacional para darle apertura al nuevo cono monetario; las mismas fueron descalificadas por el medio, utilizando argumentos del desaparecido animador de televisión Renny Ottolina, quien en su último programa dedicara parte de sus señalamientos sobre el nombre de la Moneda Nacional. En tal sentido, el medio reseñó que el cono monetarios es una operación de maquillaje donde el BCV,supone que con unos cuantos ceros de más acabará con la inflación.
                El articulo de opinión de Marianella Salazar, publicado en El Nacional, estuvo centrado en atacar en primer lugar, el ejercicio militar Zamora 200 efectuado el pasado sábado que, según Salzar “interrumpió los actos de la Divina Pastora, que más de medio país seguía por la televisión”. Para Salazar dicha actividad militar tenía como objetivo sembrar miedo en la población y al mismo tiempo amenazar con una lucha armada al continente si sacan al presidente Maduro del poder, la articulista advirtió que de concretarse esto último, el gobierno radicalizaría a las FANB y la echaría a la calle, trayendo como resultado un baño de sangre.
                 En segundo lugar  refiriéndose al tema de diálogo nacional, Salazar criticó la presencia del nuncio apostólico Aldo Giordani, en el mensaje anual del Presidente Maduro, “quién aplaudió el aquelarre del TSJ”, lo que a su juicio evidencia una parcialidad y eso no permite darle continuidad a la tema del diálogo.
                Entre tanto el articulo de opinión publicado por el medio digital Tal Cual titulado  Año definitivo, el político Oswaldo Álvarez Paz, realizó un análisis de la situación política que enfrenta el país, donde por una parte se encuentran los privilegiados políticos quienes disfrutan de algunos capitales que tal vez pierdan cuando salgan del poder, mientras que por otro lado están quienes tienen sinceras reservas con relación al rumbo del presidente Nicolás Maduro, trayendo esto como consecuencias una lucha a lo interno del PSUV.
EXTRACTOS DE ARTÍCULOS OPINIÓN 

El Nacional /  Editorial / ¿Qué cono hacemos?
En su adiós a la televisión, Renny Ottolina se explayó, en lo que fue su último programa, sobre lo que entendía era su sentir venezolano. De lo mucho que allí dijo el recordado y malogrado showman, cabe mencionar su reflexión acerca del nombre de la moneda nacional. Abogaba en favor de cambiarlo ya que, sostenía, llamar bolívar a nuestro signo monetario contribuía a envilecer la significación histórica del Libertador, al manosear y desemantizar su nombre y convertirlo en unidad contable y transaccional.
Independientemente de cuanto fuese su cotización en el mercado cambiario era para él una afrenta y alegaba que a los ingleses, por ejemplo, no se les hubiese ocurrido denominar Isabel a la libra esterlina o los cubanos Fidel al peso –déme un Fidel de papel púale, ¡válgame Dios!–; esto decía mucho antes del Viernes Negro y no podía imaginar cuánto lo depreciaría una administración de improvisados, como la que actualmente regenta el país a modo de hacienda particular, que sabe de economía lo que el N° 1 de física cuántica.
El preámbulo, no se necesita ser muy perspicaz para adivinarlo, se relaciona con el despiporre ocasionado por el nuevo cono monetario, operación de maquillaje mediante la cual el banco central (en lo adelante debe escribirse con minúsculas el nombre de un ente que perpetra tan mayúsculas metidas de pata), supone que con unos cuantos ceros de más acabará con la inflación, sin parar mientes en la inorganicidad de esos papeles que, como dijo una mancheta de este diario, nacieron viejos. Tal Benjamín Button o Pancho López, que deberían ser quienes, en su diseño, ocupasen el lugar de próceres cuyas figuras vienen a menos al constatar el escaso valor que representan, lo que explicaría la ausencia de Chávez en la galería pecuniaria.
A la perversión del nombre del “padre de la patria”, hay que sumar el agravio a esa legión de honor sacralizada por el eterno que adorna el papel moneda; un escarnio que se infiere de la infografía con la que El Nacional ilustró un trabajo de Dulce María Rodríguez –“Piezas que llegaron equivalen a 18,7% del efectivo que circulaba en billetes de 100”–.
En él constatamos que un Miranda (500 bolívares) –aparece en el billete  un mozalbete sin relación alguna con el  anciano de blanca melena y arete en la oreja derecha que veíamos en manuales escolares– alcanza apenas para un viaje de ida y vuelta en esas camionetas que, por destartaladas, deberían como el billete mismo salir ya de circulación; y un Negro I (1.000 bolívares) para un negrito, como debe ser; que con una Luisa (Bs 5.000) puede que adquiramos unos 10 huevos y con un Rodríguez (Bs 10.000, los anteojos en la frente sugieren miopía cerebral, sarcasmo castrense para  zaherir lo civil), un kilo de chozuela; y que con  un Simón, 20.000 cocos, podríamos, si acaso y a manera de postre, comernos el queso que había en la mesa.
Si Renny viviese tal vez mandaría al cono ese billetaje condenado a prematura muerte, bueno para jugar monopolio, y diría que así se pagan los errores moñetarios.

Marianella Salazar /  Un gobierno espurio / El Nacional
Maduro necesita una guerra para aureolarse de muertos y revolución sangrienta. La guerra vuelve carismático hasta a un soldado raso; Maduro lo ha comprendido y ha cogido su fusil. Interrumpió los actos de la Divina Pastora, que más de medio país seguía con religiosidad el pasado sábado por la televisión, y obligó a que presenciáramos unas escenas concebidas para asustar, propias de una mala película de ficción, con unos ejercicios militares de acción integral antimperialista Zamora 200, donde anunció, todo despatarrado, con el dedo puesto en el gatillo y el ojo en la mira, que armará los campos y los barrios para una guerra popular prolongada, algo inconcebible que solo festejan la delincuencia y los pranes, que mantienen el país, armados hasta los dientes, en toque de queda desde las 8:00 de la noche.
En Venezuela está sembrado el miedo; cada veinte minutos un venezolano muere a manos de los dueños únicos y señores de las sombras, es el fruto sangriento de la revolución. Al día siguiente, como no podía ir a la Asamblea Nacional, que lo declaró en abandono del cargo por incumplimiento de sus funciones constitucionales, se fue en calidad de presidente de facto a rendir su memoria y cuenta ante el Tribunal Supremo de Justicia y, desde allí, retomó su virulencia y amenazó con una lucha armada continental si lo sacan del poder. Se cree en el derecho “histórico” de combatir en todo el territorio americano para que el proyecto revolucionario y el socialismo del siglo XXI –del que ya nadie habla– no se evapore en una nube de polvo tóxico. Advirtió queradicalizaría aún más la Fuerza Armada Bolivariana y la echaría a la calle si cae la revolución, algo que producirá un baño de sangre.
Alguien en su sano juicio debería darle un parado; solo un loco furioso puede hablar de guerra, amenazar a países vecinos y al mismo tiempo hablar de los caminos de paz que surgirán de la mesa de dialogo, con el Vaticano impartiendo su bendición.
La Santa Sede se ha revelado como un mediador cuestionable que viene legitimando a un gobierno espurio como el de Maduro. Eso quedó demostrado con la presencia del nuncio apostólico, Aldo Giordani, que aplaudió como un actor de reparto durante el aquelarre del TSJ, suficiente falta de parcialidad lo descalifica para continuar con la farsa del diálogo. Sin embargo, hay una dirigencia opositora que continúa justificando su presencia en la mesa con el argumento de que debe atender el llamado del papa Francisco, como si hubieran hecho votos de obediencia. Tanta religiosidad asombra cuando nadie les cree ni el padre nuestro.
Chavismo azul. La amenaza de inhabilitación política contra el gobernador de Miranda, Henrique Capriles Radonski, pretende evitar su candidatura en 2018. El coordinador de Voluntad Popular, Leopoldo López, es quien lidera todas las encuestas de popularidad, seguido a distancia por Capriles. López es un preso político que no podrá ser candidato, Capriles ya está posicionado y tiene franca ventaja sobre el resto de los opositores; por eso el gobierno quiere sacarlo del juego electoral y escoger su candidato; por eso Maduro elogia la forma de hacer política del presidente de Un Nuevo Tiempo, Manuel Rosales. Si no, ¿cómo es que diputados de UNT impidieron, con su ausencia en la sesión de la AN, la designación de nuevos rectores del CNE, con la cual la oposición se jugaba su futuro electoral?

Oswaldo Álvarez Paz / Año definitivo / Tal cual
Venezuela es gobernada por una dictadura abierta. El año pasado terminó y éste se ha iniciado con una ola de represión impresionante. Amenazas y acciones concretas para incrementar el temor en la población. Piensan las cabezas del régimen que el miedo paralizará las acciones por el cambio. Todo cuanto hacen o dejan de hacer, lo anuncian. Nadie puede honestamente llamarse a engaño en cuanto a la verdadera naturaleza de los actuales protagonistas. Los últimos movimientos ministeriales y en algunas áreas fundamentales, ratifican lo que estamos afirmando. Se agotaron las precarias condiciones preexistentes para un diálogo constructivo que ha sido imposible concretar. A la actitud del oficialismo se suman las crecientes dudas sobre algunos de los participantes que representan a la oposición.
Sin embargo, notamos una creciente “rebelión en la granja” en el mundo del decadente oficialismo comunistoide. Luchas internas en el PUSV, tensiones en las alturas. Algunas motivadas por sinceras reservas con relación al rumbo de Maduro y anhelo de rectificación y cambio frente a quienes juegan cuadro cerrado para mantener sus privilegios políticos y las enormes fortunas que disfrutan algunos siguiendo de cerca capitales y a testaferros que pueden dejarlos en la lona cuando pierdan el poder.
Por el lado de la oposición democrática hay conciencia creciente sobre la necesidad de definir objetivos claros para orientar las estrategias indispensables para alcanzarlos. Esta oposición y más específicamente la MUD, es hija legítima del pluralismo democrático característico de la vida en libertad. No podemos pretender tratar a todos los participantes como iguales cuando son diferentes por naturaleza. De allí la importancia de la unidad de objetivos para que cada cual puede avanzar con su propia estrategia, pero con el rumbo claro y bien definido. Hay cosas fundamentales que los obliga a todos por igual.
A estas alturas resulta imperdonable e inaceptable cualquier manifestación abierta o encubierta, de colaboración, entrega o complacencia con el régimen. Debemos mantenernos en alerta permanente frente a esos “puentes” que algunos supuestamente mantienen. Esto no excluye la tarea de sumar aliados provenientes de campo adversario. Todo lo contrario. Debe tratarse de acciones hasta pedagógicas para fortalecer la lucha por la democracia, nunca al servicio de ambiciones inmediatistas, personales o de grupo.
Soy optimista. Asumo el año que se inicia con la fe y esperanza que nos están exigiendo magistralmente los prelados de la Conferencia Episcopal Venezolana. En los planteamientos formulados en la última Asamblea está todo lo necesario para no perder el camino. Este puede ser el año. De nosotros depende.

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