Batalla de Araure (1813)

La batalla de Araure que se realizó como parte de la lucha independentista en Venezuela comandada por Simón Bolívarcomenzó al amanecer del 5 de diciembre de 1813. Se llevó a cabo en la ciudad de Araure, en el estado Portuguesa

Tras la Campaña Admirable y la Campaña de Oriente, el brigadier José Ceballos estaba atrincherado en Coro y la plaza fortificada de Puerto Cabello era sometida a asedio. Se ha criticado mucho al Libertador Simón Bolívar por no marchar directamente sobre dicha plaza, que no tenía defensas organizadas entonces, en lugar de ir a Caracas. En este último lugar estaba refugiado el nuevo capitán general Juan Manuel de Cajigal y Martínez. Entre tanto, en los llanos del Guárico el coronel José Tomás Boves comandaba una guerrilla formaba por nativos, es decir, ladrones y esclavos cimarrones que se dedicaban al pastoreo y al abigeato a hacendados y viajeros.Libertos y esclavos negros tenían un deseo permanente de matar a los blancos y apoderarse de sus bienes y mujeres, acabando con cualquier mestizo que se opusiera. Los indios (muchos grupos muy mezclados con mestizos) se mantuvieron al margen, igual que el resto de la masa popular. Por sus párrocos estaban inclinados a apoyar a los mónarquicos. La movilización de las castas o pardos se inicio cuando algunos mantuanos los usaron como fuerza de presión para defender sus intereses, podían hacerlo por los vínculos de servidumbre entre los inquilinos o esclavos y los dueños de las haciendas. Los Ribas, Miranda, Bolívar, Coto Paul, Peña, García de Sena, Muñoz Tebar y otros patriotas exaltados, pero los realistas hicieron un esfuerzo mayor por atraerlos a su costa, animando también a la población servil de las haciendas. Boves encontraría un terreno fértil para su discurso demagógico. De ahí que pudiera movilizar tan enormes ejércitos: hasta 8000 en Urica, solo un máximo de 45 oficiales españoles, canarios o criollos, 100 mulatos manumisos y el resto negros y zambos. O 4000 jinetes en San Mateo y Bocachica pero menos de 130 blancos y 1000 mestizos libres.
El país estaba sin autoridad verdadera. Tras la primera reconquista, Caracas y Valencia quedaron en manos del capitán general Monteverde, el coronel Tiscar quedo dueño de Barinas y Apure, el brigadier Ceballos en Coro, el coronel Oberto era gobernador de Trujillo y Ramón Correa en Maracaibo y Mérida. La autoridad de Monteverde sobre ellos era relativa y para asegurar su dominio había pedido refuerzos al Consejo de Regencia. También estaba el coronel Julián Izquierdo, dueño de los llanos de los actuales estados de Portugesa y Cojedes, centrándose en San Carlos. Desde la Campaña Admirable hasta la llegada de Pablo Morillo Venezuela se disolvió entre diversos caudillejos que armaban sus propias guerrillas, se autoproclamaban jefes y obraban por su cuenta, solo uniéndose ocasionalmente. Muchas montoneras incluían a antiguos delincuentes atraídos por la promesa de saquear. También proliferaron las bandas de asaltantes sin partido político. Boves desconoció la autoridad del legítimo capitán general Cajigal (su antecendente fue lo que Domingo de Monteverde le hizo a Fernando Miyares), uniéndose los caudillejos que quisieron. Yáñez jamás reconoció formalmente un jefe superior. Además de Boves estaban Yáñez, Morales, Rosete, Antoñanzas, Cervériz y Zuazola para poner en armas a los indios, esclavos, pardos y llaneros.Canarios y peninsulares sufrieron la represión y pérdida de sus bienes a manos de los rebeldes, lo único que hacían era resistir a la espera de la llegada de tropas españolas a reconquistar el país. Sin nada que perder, los oficiales de este origen animaban y toleraban los saqueos que perpetraban sus tropas. La clave de la victoria fue el apoyo de quizás un 80% de la población a la causa real, aunque solo una octava o sexta parte de los venezolanos era verdaderamente realista. La mayor parte era neutral y se sumaba al grupo que mejor garantizara la paz y el orden.O al que los presionaba más, se estima que un 90 a 95% apoyo activa o pasivamente la independencia ante el actuar de los grupos más radicales, esperando un proceso pacífico y que España estaba condenada a una conquista francesa. Pronto la ruina financiera en que la inexperiencia y dogmatismo ideológico en que se sumió el país hizo perder a los rebeldes ese apoyo.
Algo similar sucedía entre las autoridades militares patriotas: Bolívar enfrentado con Mariño y Ribas, Mariño con Ribas y Arismendi, Ribas con Bermúdez y Piar. La división de los patriotas se acentúo cuando la Segunda República murió y los sobrevivientes formaron guerrillas autónomas en los llanos del Orinoco, Apure y Casanare, isla Margarita y Trujillo. Para reiniciar la guerra en 1817 Bolívar debió unificar las fuerzas de Mariño, Páez, Piar, Cedeño, Monagas, Zaraza, Arismendi, Moreno, Pérez, Colmenares (sucesor de La Torre), Barreto y Rojas formando un Estado Central único y un gobierno centralizado en Angostura. En 1813 los patriotas decididos eran posiblemente un 5%, contando con la simpatía de un cuarto o tercio de la población, especialmente entre la aristocracia; pronto agotarían sus recursos y moral en una guerra que no paraba de seguir, hacerse más cruel y volverse en su contra.Zuazola pagaba una moneda por cara oreja de patriota que sus hombres le traían hasta enviar cajones llenos a Cumaná, los catalanes locales estallaron en alegría por esto; Arismendi hace degollar al gobernador realista de Margarita y todos los prisioneros que hizo; Piar no muestra piedad en Maturín y deja los cadáveres a las aves.
Bolívar y el general Santiago Mariño dominaban el centro-oeste y el este del país respectivamente, pero muchas de sus guarniciones o partidas volantes eran incapaces de defender a la población y esta se refugiaba en bosques o se unían a los guerrilleros monárquicos. El 14 de septiembre llegaba a Puerto Cabello el regimiento Granada al mando del coronel Carlos Miguel Salomón. Este decide marchar sobre Valencia por su cuenta. Su plan es distraer a Bolívar e impedirle marchar sobre Barinas mientras en Araure debían unirse los realistas de Coro y Apure para aplastarlo. Después se encargarían de concentrar más fuerzas y aplastar a Mariño. Un ejército de 1200 soldados peninsulares con tres piezas de artillería intentan avanzar sobre Guacara, pero en el valle de Vigirima se encuentran con las posiciones defensivas del general José Félix Ribas, tras dos días de batalla son obligados a retirarse hacia Puerto Cabello con fuertes bajas (25 de noviembre).
El brigadier Ceballos planeaba avanzar sobre Barquisimeto para unirse con el coronel José Antonio Yáñez, que operaba en los llanos de Apure. Salio de Coro el 22 de septiembre con 351 infantes y 22 oficiales, secundado por Miguel Correa. Pasa por Siquisique y se le unen las partidas del cura Andrés Torrellas y el indio Juan de los Reyes Vargas. En el camino a Barquisimeto se une la caballería del río Tocuyo del coronel Pedro Luis Inchauspe, las guerrillas de Francisco Oberto y los dispersos de las unidades vencidas del jefe Manuel Cañas. Torrellas y Reyes Vargas llevaban mil hombres desde Coro cuando fueron vencidos por el batallón Caracas y el escuadrón Húsares de Línea (600 plazas) de Ramón García de Sena. La caballería queda a cargo del brigadier y la artillería e infantería con su segundo, el coronel Oberto. El 10 de noviembre, en Tierrita Blanca, cerca de Barquisimeto, Ceballos vence a la división de Bolívar, formada por solo 1200 infantes y menos de 200 jinetes. El brigadier realista entraba en la ciudad con 2000 combatientes al día siguiente.Durante las semanas venideras reclutaron más hombres, quizás alcanzaron los 2500.
En julio Bolívar había nombrado gobernador de Barinas al coronel Manuel Antonio Pulido, para reconciliarse con los federalistas.Los realistas, una vez vencido el antiguo gobernador barinés, Antonio Tiscar y Pedrosa, se habían refugiado en San Fernando de Apure en número de 1100 plazas al mando de Yáñez. Gracias a los misioneros, la mayoría de la población era monárquica y le llegaban armas y pertrechos desde la provincia de Guayana. Yáñez salió de San Fernando con 1000 seguidores, los más importantes eran los batallones de infantería criolla Sagunto y Numancia, cuyos oficiales venían de Guayana. Se les unieron las bandas de Guasdualito y Quintero, que habían degollado a todo patriota que encontraban. Otras dos bandas saquearon y asesinaron a la mayoría de los habitantes de Pedraza y Guanarito, también se le unieron. Muy pronto las guarniciones de Achaguas y Barinas quedaron aisladas. El 29 de septiembre Yáñez entraba en Achagua y el 2 de noviembre Pulido evacua Barinas con 600 jinetes, 400 infantes, el coronel Pedro Briceño Pumar (padre de Pedro Briceño Méndez) y numerosas familias, incluso las realistas, que temían la fama de las huestes llaneras. Bolívar estaba muy ocupado en otros frentes como para ayudarlos. La columna de refugiados fue constantemente atacada por los realistas en su marcha. El 11 llegaron a Guanare y la encontraron abandonada, solo cadáveres mutilados, después siguieron a Ospino, Araure y San Carlos. Cuando los monárquicos tomaron al primera villa, el 31 de octubre, habían ejecutado a más de cien patriotas.56 La fuerza de Yáñez había crecido hasta 2500 combatientes cuando entró a Barinas57 y para cuando conquisto la provincia habían crecido a 4500 guerrilleros.9
Al saber que Yáñez avanzaba, Ceballos penetro en los valles de Sarare mientras los llaneros marchaban desde Ospino, cruzan el río Acarigua. El 3 de diciembre ambos contingentes se unían en Araure después de asesinar a los patriotas de la villa.58 Su plan era conquistar San Carlos, Valencia y finalmente Caracas. Las guerrillas de Carlos Blanco impedían a los patriotas obtener información sobre sus movimientos y sin duda atacarían en caso de vencer los realistas en la batalla que se venía.59
Para enfrentarlos Bolívar concentró una gran fuerza. En San Carlos el brigadier Rafael Urdaneta y el coronel Manuel Villapol reorganizan a los vencidos en Tierrita Blanca en el batallón sin nombre. En la urbe también están los batallones Valencia y La Guaira y los escuadrones de San Carlos, Calabozo y Caracas. El 28 de noviembre Bolívar trae desde Vigirima el batallón Valerosos Cazadores del teniente coronel Manuel Manrique, dos escuadrones de estudiantes y campesinos y su escolta personal, formada por el escuadrón Soberbios Dragones del coronel Luis María Rivas Dávila y los Lanceros de Ospino. Desde Calabozo llega el teniente coronel Vicente Campo Elías con el batallón Barlovento. También se les une la columna de Pulido y Briceño Pumar.

La batalla

Los republicanos se organizaron en cuatro columnas de infantería: la primera como vanguardia incluía al batallón Valerosos Cazadores de Manrique y las tropas que había traído Pulido; la segunda incluía al sin nombre bajo el comando del coronel Florencio Palacios y al Valencia del coronel Manuel Gogorza Lechuga; la tercera incluía a los vencedores de Vigirima a cargo de Villapol y el batallón La Guaira; la cuarta se formaba por el Barlovento de Campo Elías. La caballería sumaba a los Soberbios Dragones de Caracas de Rivas Dávila y escuadrones venidos de San Carlos y Calabozo (Figueredo), Barinas (Briceño Pumar) y Caracas (Piñango).61 69
El ejército realista se organizaba en la infantería del batallón del coronel Miguel Correa, cuerpos del coronel presbítero Andrés Torrellas, coronel Remigio Ramos e intendente Isidoro Quintero (secretario de Ceballos), cuerpo del teniente coronel Pedro Luis Inchauspe, regimiento Sagunto y batallón Numancia (mando de Yáñez), infantería del comandante Antonio Puy y la caballería del propio Puy, de El Tocuyo y Apure (Yáñez).70 Los barineses estaban al mando del comandante catalán José Puig.8 Tradicionalmente se habla de 2000 fusileros corianos de Ceballos y 1500 jinetes llaneros armados con lanzas y sables,8 otros autores elevan el total a 5000 monárquicos.62 15 Rivas Vicuña habla de 6000 a 7000 en total.9
La batalla comenzó al amanecer del 5 de diciembre. Empezó con la marcha del batallón de infantería Valerosos Cazadores del coronel Manrique con 200 jinetes a explorar la zona como vanguardia ya que exploradores republicanos habían anunciado que habían enemigos ocultos en La Galera.71 Sin embargo, el coronel se adentro demasiado en territorio desconocido y fue atacado por sorpresa por varios escuadrones monárquicos y su artillería, dispersándose o muriendo su infantería y la mayoría de su caballería.


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