De este baile, que consta de ocho sones
distintos, ha dicho Juan Liscano que es una de las suites más completas de
Latinoamérica. Los sones son los siguientes: lo batalla, la bella, la juruminga, el yeye vamos, el poco a poco, la perrendenga, el
galerón y el seis por ocho o figuriao.
Isabel Aretz dice: "Cuando el santo cumple, se le paga con un velorio y un baile, que celebran la víspera y en su día, el 13 de junio. O incluso con un novenario previo. Ya sea que se guarde en una casa o en la iglesia".
La música del Tamunangue o "son de negros" se ejecuta con una serie de instrumentos tradicionales; uno o más cuatros, uno o más cincos o quintos, las imprescindibles maracas y un tambor de parche clavado, que toca el ejecutor sentado a caballo sobre el instrumento, echado en el suelo, acompañado de uno o dos ejecutantes más que, en cuclillas, percuten con palos el cuerpo del tambor.
Isabel Aretz dice: "Cuando el santo cumple, se le paga con un velorio y un baile, que celebran la víspera y en su día, el 13 de junio. O incluso con un novenario previo. Ya sea que se guarde en una casa o en la iglesia".
La música del Tamunangue o "son de negros" se ejecuta con una serie de instrumentos tradicionales; uno o más cuatros, uno o más cincos o quintos, las imprescindibles maracas y un tambor de parche clavado, que toca el ejecutor sentado a caballo sobre el instrumento, echado en el suelo, acompañado de uno o dos ejecutantes más que, en cuclillas, percuten con palos el cuerpo del tambor.
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