La elección de Andrés Manuel López Obrador como nuevo presidente de México pone en la mesa el posible cambio en la política exterior del país azteca en cuanto al polémico tema Venezuela.
El menor cambio podría convertirse en muy sensible por el mismo hecho que el actual canciller mexicano, Luis Videgaray Caso, se ha convertido en uno de los pilares fundamentales de la oposición al gobierno venezolano dentro de la OEA.
El menor cambio podría convertirse en muy sensible por el mismo hecho que el actual canciller mexicano, Luis Videgaray Caso, se ha convertido en uno de los pilares fundamentales de la oposición al gobierno venezolano dentro de la OEA.
Videgaray fue nombrado canciller en enero de 2017 y ya en los primeros días de abril de ese año fue el principal impulsor dentro de la OEA de la primera vez que se aplicó la Carta Democrática Interamericana al país caribeño.
Fue en una polémica sesión del consejo permanente donde solo se contabilizaban 17 de los 34 votos posibles, los mismos que fueron buenos para aprobar una moción declarando al gobierno de Nicolás Maduro fuera del orden constitucional.
Videgaray, que conducía el liderazgo de la reunión, explicó que el acuerdo se aprobaba “por consenso” y no hubo votación a mano alzada ni nominal. Pero la decisión es oficial desde entonces y como tal fue subida esa misma noche en la página web de la OEA.
Posteriormente, México ha llevado una posición muy importante para la creación y funcionamiento del Grupo de Lima, cuyos 14 miembros se han cargado la misión de restaurar la democracia plena en Venezuela.
A quién nombrará López Obrador
Todavía es temprano para saber qué política asumirá López Obrador, quien antes de las elecciones, en una entrevista en Univisión, se abstuvo de calificar al presidente Maduro como “dictador”.
“No quiero meterme en ese asunto. Tenemos principios de política exterior, que es la no intervención y autodeterminación de los pueblos”, dijo López Obrador en esa entrevista en mayo pasado.
Los principios que mencionó entonces el ahora presidente electo de México son los mismos que mencionan representantes de países del Caribe en las sesiones de la OEA para argumentar su abstención o voto a favor de Venezuela durante los debates.
El otro punto es a quién nombrará López Obrador como su secretario de Relaciones Exteriores (canciller). Se hablá de Héctor Vanconcelos, uno de los principales asesores de López Obrador en política internacional y diplomático famoso por ser hijo del prestigioso intelectual José Vanconcelos (autor de Latinoamérica: la raza cósmica).
Es un hombre graduado en Harvard, y que devolvió su título en 2013, en protesta, debido a que esa institución, la escuela de gobierno John Fitzgerald Kennedy, admitió como profesor al ex presidente mexicano Felipe Calderón, lo que consideró incongruente con los principios de su respetada institución.
El nuevo canciller develará la incógnita sobre cuál será la posición final acerca del caso Venezuela cuando asista a la reunión del Grupo de Lima o al consejo permanente de la OEA.
Hay escepticismo en el ambiente acerca de López Obrador, por izquierdista, vaya a respaldar o si quiera defender públicamente al Gobierno de Maduro, como lo hace Bolivia.
Pero, se cree que frente a la política expresada por el canciller Videgaray, de claro enfrentamiento con el gobierno venezolano, la nueva diplomacia mexicana hará recordar la tradición de la política exterior de México, de no intervención, cuyo ejemplo suyo presentó desde los años 60 cuando fue uno de los pocos países latinoamericanos en no condenar a Cuba y mantener sus relaciones intactas con el gobierno de Fidel Castro.
Para fundamentar el porqué de esa política de No intervención en el caso de Maduro, López Obrador comentó a Univisión: “No quiero que se metan con nosotros”.
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