Batalla Naval del Lago de Maracaibo (1823)

El 24 de julio de 1823 se libró la Batalla Naval del Lago de Maracaibo, que enfrentó a las escuadras del Almirante Colombiano José Prudencio Padilla y las del Comandante Español Laborde, quien tras un intenso combate y ante el ímpetu y valentía de los patriotas criollos, tuvo que capitular y emprender la retirada.
 Fue un enfrentamiento náutico librado el 24 de julio de 1823 en las aguas del Lago homónimo, en el actual estado de Zulia, Venezuela. Resultaría en una decisiva victoria para la Gran Colombia al significar el fin de la Guerra de Independencia Venezolana.

Los republicanos no hicieron operaciones durante julio hasta el 17, cuando Laborde envió un ultimátum a Padilla que fue rechazado, a partir de entonces empezaron los preparativos para el combate. Laborde decidió obedecer las órdenes de su superior y el 22 inicio exploraciones, pues desconocía la profundidad y las corrientes del lago. Durante el proceso algunas de esas naves vararon mientras Padilla intentaba atacar el puerto de Maracaibo con sus fuerzas sutiles, pero este estaba defendido por el resto de la escuadra peninsular.42​ En la tarde del 23, la escuadra patriota fondea entre Capitán Chico y Bella Vista, al noroeste del lago, en línea de combate. Hubo un intenso cañoneo y Laborde intento iniciar el combate dándose cuenta que había altas posibilidades de causar serios daños al enemigo pero este retrocedió.43​ Permanecieron en vela hasta el anochecer, donde fueron a atracar en Los Puertos de Altagracia, formando en línea paralela a la costa oriental y enviando fuerzas sutiles (naves menores) hasta Punta de Piedra.44​ En cambio, Laborde descendió a tierra y se entrevistó con Morales en Atillo. La discusión fue feroz y quedo desechada la idea de un ataque combinado por la escuadra y el ejército. Acordaron verse nuevamente a la mañana siguiente en La Hoyada. Ahí pasaron las primeras horas del día.
Al amanecer del 24 de julio Padilla se reunía con sus oficiales para determinar el orden de las naves. El Marte a barloventode la línea y el Independiente a sotavento, este último también era el insignia. A las 11:00 horas el viento empezó a soplar desde el nordeste y la marea estaba a su favor. A las 14:00 Padilla manda a la flota sutil marchar al oeste para atacar el flanco norte del enemigo, 20 minutos después se daba la señal de velar y a las 14:28 formaban para atacar de frente a la flota realista.​ Entre tanto, Laborde daba órdenes de rechazar el previsible ataque a cualquier precio, dispuso que la Especuladora fuera su insignia y se dirigió al norte, a la punta Capitán Chico, para mandar a su fuerza sutil que impidiera el flanqueo de su contraparte patriota. Ambas son las primeras en entrar en combate pero Laborde rápidamente comprendió que sus naves eran principalmente de transporte, inútiles ante sus contrapartes.
A las 15:17 empezaban el avance de la principal flota republicana y a las 15:45 Laborde inicia el fuego de cañón y poco después el de fusilería. Sabiendo que sus naves eran menos maniobrables dadas las condiciones, el español decidió esperar a Padilla. Rápidamente el humo de la pólvora fue contra los monárquicos, que quedaron ciegos y empezaron a disparar al azar.​ Los republicanos se aproximaron para abrir fuego y cuando estaban a distancia de los baupreses iniciaron el abordaje. El Independiente captura al San Marcos, el Confianza a una goleta, el Marte enfrenta a las goletas Mariana, María y Rayo, la Emprendedora ataca a la Esperanza, cuyo comandante la hace volar en pedazos para evitar la captura, la Manuela Chitty y la Leona enfrentan a la Habanera, la Liberal y la Zulia. Desde esta última abordan a la Antonia Manuela. Mientras, la población marabeña observaba la lucha desde las barriadas del Milagro y la Cotorrera.
Cuando se dio cuenta de la derrota, Laborde intento organizar la retirada pero ya era tarde, casi toda su escuadra fue echada a pique y solo consiguieron la Zulia (muy maltrecha), la Especuladora y dos flecheras huir del Lago hacia Puerto Cabello. A las 18:45 los republicanos dejaron de perseguirlos.


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