Entre las luchas emancipadoras de nuestro Libertador Simón Bolívar, el imperio español que pretendía reinar nuestra América en aquel momento, había logrado reconquistar las provincias de Coro y Maracaibo.
El 1 de mayo de 1823 se produjo el primer enfrentamiento donde los revolucionarios perdieron dos embarcaciones. Cuatro días después, Padilla apresó dos naves, una norteamericana y otra española, que se dirigían hacia el Lago de Maracaibo llevando provisiones.
La soberanía de la República concretó un bloqueo naval de las costas del país, forzando la entrada del Lago de Maracaibo por el Almirante Padilla el 8 de mayo de 1823.
Bajo el mandato de la flota española se hallaba el Capitán de Navío Ángel Laborde, quien el 17 de julio le solicitó a Padilla la rendición, siendo rechazada por éste, y tras varias acciones limitadas, la batalla decisiva se dio el 24 de julio de 1823.
49 cañones, 14 carronadas, 4 obuses, individuos de tropa y 670 de marinería, incluidos jefes y oficiales, estuvieron a cargo de las órdenes del General Padilla, quienes con una larga y cuidadosa estrategia lograron que la fuerza realista en un combate de 2 horas cediera, obteniendo así la victoria independentista.
El 3 de agosto concluyeron las tratativas de paz, por la cual los españoles debieron entregar lo que restaba de sus embarcaciones, el castillo San Carlos y el San Felipe, en Puerto Cabello, más la ciudad de Maracaibo, últimos reductos españoles. La causa independentista había concluido con éxito.
El último oficial al servicio del Rey de España abandonó el territorio venezolano el 5 de Agosto, quedando así la libertad de Venezuela totalmente decidida.
La Revolución Bolivariana, guiada por los 5 Objetivos Históricos del Plan de la Patria 2013-2019, legado de nuestro líder eterno Hugo Rafael Chávez Frías y llevada a cabo por nuestro Presidente Obrero Nicolás Maduro Moros, continúa batallando contra los imperios que pretenden acabar con nuestra independencia.
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