Docentes del pueblo indígena aprenden etnolingüística con apoyo
del Ivic
Cumanagotos emprenden viaje al pasado
para recuperar su lengua materna
Según el censo del año 2011, más de 21.000 venezolanos se
reconocen como miembro de este pueblo indígena.
Altos de Pipe, 13 de agosto de 2014 (Vanessa Ortiz
Piñango).-
Aunque en la actualidad no existen hablantes de la lengua indígena
del pueblo Cumanagoto, sus descendientes vivos han empezado un largo viaje
hacia el pasado para rescatar uno de los peldaños fundamentales de su cultura:
el idioma materno, ese conjunto de signos gráficos y fónicos con los cuales se
comunican y construyen su realidad diariamente.
Para ello, un grupo de docentes y promotores culturales de varias
comunidades cumanagotas del estado Anzoátegui participaron en un taller de
etnolingüística organizado por el Instituto Venezolano de Investigaciones
Científicas (Ivic) con el auspicio de la Academia Venezolana de la Lengua y la
Asociación Otro Futuro.
El jefe del Centro de Antropología del Ivic, Horacio Biord
Castillo, explicó que los cumanagotos están experimentando un proceso de
resurgimiento de su identidad -denominado etnogénesis-, a través de la
recuperación de su lengua ancestral, por lo que recurrieron al Ivic. “Este
taller, que pretendemos dictar en tres módulos, fue una iniciativa de ellos,
quienes lo identificaron como una necesidad. Se trata de aprender una lengua
extinta”, dijo.
Los cumanagotos pertenecen a la familia lingüística Caribe y sus
primeros habitantes vivían en la antigua provincia de Nueva Andalucía o Cumaná
(estados Anzoátegui, Monagas, Sucre y parte de Delta Amacuro actualmente). Hoy
en día, están concentrados en el noroeste de Anzoátegui, principalmente en la
cuenca del río Unare. “Es un gran triángulo entre Boca de Uchire, Zaraza y
Barcelona donde habitan las poblaciones de Boca de Uchire, Clarines, Píritu,
Onoto, Aragua de Barcelona y otras más pequeñas, en su mayoría antiguas
misiones indígenas”, precisó Biord.
Autorreconocimiento
Orgulloso de ser cumanagoto se mostró Pedro Ramos, cacique de la
comunidad de San Pablo de Azaca, quien con 68 años de edad no dudó en
inscribirse en el taller dictado en el Ivic para estudiar su lengua primigenia
y poder hablarla y escribirla. “Estoy muy contento de pertenecer al pueblo
indígena cumanagoto. Es muy bueno rescatar nuestra lengua porque era algo que
habíamos perdido, antes no queríamos a la parte indígena pero con el comandante
Hugo Chávez eso cambió. Como yo no la aprendió bien, quisiera que todos los
niños lo hicieran”, enfatizó.
Ramos se autoproclama “un profesional de la maquinaria pesada”,
refiriéndose a su oficio actual de operador de equipos como tractores y
excavadoras. Con cinco hijos propios y uno de crianza, este comunero (o miembro
de una comunidad, término que utiliza para señalar a los cumanagotos a
diferencia de los pisatarios, que migraron de otros lugares del país) confía en
que “todo lo que surja de la relación con el Ivic sdea productivo, que nos
ayuden un poco, que nos metan la mano hasta donde puedan”.
Por su parte, la funcionaria de la Dirección Nacional de Salud Indígena
adscrita al Ministerio del Poder Popular para la Salud y miembro del Consejo
Nacional de Educación, Cultura e Idiomas Indígenas, Maribel Amatima Caguana,
aseguró que pese a la ausencia de hablantes cumanagotos existen documentos de
la época colonial con los cuales han podido salvaguardar parte del legado
lingüístico del pueblo cumanagoto.
Tras 10 años de ardua investigación y sistematización de
información, se pudo compilar el material en un diccionario. “Hicimos la
reconstrucción de 943 palabras, pero hay más. Tenemos consonantes, vocales,
formas de pronunciación y es lo que ahora vamos a impulsar en nuestras
comunidades. La editorial El perro y la rana nos apoyaron con la
impresión”, dijo.
Adicionalmente, la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV)
aceptó ese contenido para impartirlo como curso de idiomas a sus estudiantes.
“En el pueblo cumanagoto todo es importante porque es parte de nuestra
existencia. Así como aprendo inglés o francés estoy obligada a aprender mi
idioma materno”, añadió la habitante de El Pilar.
Investigación etnohistórica; componentes fónicos,
morfosintácticos, pragmáticos y semánticos de una lengua; sociolingüística y
planificación lingüística así como lingüística amerindia fueron algunos de los
temas presentados en el taller.
Como facilitadores asistieron los profesores Daniel Leonardo
Rodríguez, de la Universidad Central de Venezuela (UCV); César Villegas y María
Isabel Ramírez, de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (Upel);
María Elena D’ Alessandro, de la Universidad Simón Bolívar (USB); Marielena
Mestas, de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab); y Horacio Biord
Castillo, jefe del Laboratorio de Etnohistoria y Oralidad del Ivic.
Más que estadísticas
De los 725.141 indígenas contabilizados en el Censo Nacional de
Población y Vivienda 2011, 2,9% se declararon cumanagotos, es decir, 21.000
habitantes aproximadamente.
Basándose en trabajos lingüísticos elaborados por misioneros
franciscanos en el siglo XVII y con el propósito de revivir su idioma extinto,
los cumanagotos han traducido del castellano la letra del Himno Nacional de
Venezuela “Gloria al Bravo Pueblo”, el Himno del estado Anzoátegui y algunas
piezas musicales.
Desde el año 2012, el investigador y jefe del Centro de
Antropología del Ivic, Horacio Biord Castillo, ha estudiado de cerca la memoria
de la identidad de los cumanagotos, “cómo de pronto un grupo que se pensaba
desaparecido, que ni siquiera se censaba entre los pueblos indígenas, decide
reasumirse como uno y todo lo que ello implica”, sostuvo el experto.
En ese sentido, aseveró que reducir el fenómeno a solo una lucha
por el territorio sería “una explicación simplista. Tengo registros de hace más
de 50 años, lo que pasa es que es difícil de estudiar por dos razones: son
eventos muy largos en el tiempo y están sometidos a una gran invisibilidad
social, lo que genera vergüenza étnica, cultural y lingüística”, agregó.
Se tiene información de que las comunidades cumanagotas fueron
objeto de una demarcación de tierras entre los años 1782 y 1784 por orden de la
Real Audiencia de Santo Domingo. La validez de dichos títulos fueron
reconocidos en 1998 por la Corte Suprema de Justicia.
El pasado 9 de agosto se celebró el Día Internacional de los
Pueblos Indígenas, cuyo tema de este año fue “Acortando las diferencias:
aplicación de los derechos de los pueblos indígenas”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario