15.09.2017.- INFORME DE OPINADORES

BALANCE GENERAL
Editorial (El Nacional) “…Como no hay carne, ni pollo, ni cerdo, el ex agente de la metropolitana propuso que nos dediquemos a criar conejos. (…) Proyecto que está destinado al fracaso (…) porque involucra a las “comunidades” y ello supone exceso de manos en un mismo plato.”

Roy Daza, Correo del Orinoco “…se ha dado un paso en la reconfiguración del mapa económico y político del mundo, en el que Venezuela juega un papel importante (…), las alternativas que se abren a las economías de todos los países de lo que antes se denominaba “Tercer Mundo”, y que ahora son los “emergentes” (…)  Si se afianza la cooperación entre la OPEP y los países productores de petróleo que no forman parte de esa Organización, es posible que podamos entrar en un periodo de estabilidad de los precios del crudo.”

EXTRACTOS DE LOS ARTÍCULOS DE OPINIÓN
El Nacional  (Editorial) Conejo para todo el mundo Quiso el inefable señor Maduro enternecer a la menguada y paciente audiencia que aún presta oído a sus paparruchas echándoles un cuento, que evitaremos calificar de chino por respeto a literatura oriental, y fue apenas una de las muchas digresiones de un discurso en el que lo medular era su entusiasta disposición a participar en el diálogo apadrinado por Danilo Medina, cuya autoridad moral ha sido minada por su vinculaciones con el affaire Odebrecht y, ¿cuándo no es pascua en diciembre?, el ineluctable Zapatero.
“El momento es estelar para llegar a un acuerdo con la oposición”, dijo sin explicar por qué. Pero de esa cuerda, de la que ya tenemos un rollo, no va este editorial de hoy, pues no podemos dejar pasar por debajo de la mesa el cuentecillo de marras que engalanó su propuesta para salvar el país de la hambruna: el plan conejo.
Hizo la salvedad de que la idea no era suya, sino del ministro de Agricultura Urbana – ¿habrá un despacho de urbanismo agrícola?–, el señor Freddy Bernal, a quien cedió la palabra para que “explicara” en qué consiste esta nueva y novísima y postrera coca-cola del desierto, chapucería propia de quienes carecen de habilidades para detentar el cargo al que permanecen enchufados.
Como no hay carne, ni pollo, ni cerdo y es difícil cazar en la ciudad, el ex agente de la metropolitana propuso que nos dediquemos a criar conejos. Eso no fue lo que enseñó en Nicaragua cuando, en mercenaria misión enviada por Carlos Andrés Pérez, entrenó a la policía para que cazaran enemigos del gobierno.
Pero volvamos a Bernal: “Nos han enseñado que el conejo es una mascota, pero otra cosa es el conejo desde el punto de vista de la guerra económica. Una coneja pare aproximadamente diez o doce conejitos, al final se crían ocho. En dos meses y medio tenemos un conejo de dos kilos y medio”.
Esta fue la hilarante y desarticulada concisión de un proyecto que, como los gallineros verticales y los huertos, está irremisiblemente destinado al fracaso. Entre otras cosas, porque involucra a las “comunidades” y ello supone exceso de manos en un mismo plato.
El mismo Maduro pareciera admitirlo al relatar, según nota aparecida en la edición digital de este periódico, que “Bernal le había entregado el primer lote de conejos a 15 comunidades, pero los ciudadanos no siguieron el plan al pie de la letra”. Haciéndose el gracioso remató su minificción asegurando que cuando volvió, ¡sorpresa!, la gente tenía los conejitos “con un lacito y los habían agarrado como mascotas. Fue un primer revés del plan conejo”.
De Maduro no puede decirse que sea un fabulador, porque tal condición exige creatividad e imaginación. Se le tiene y ha dado pruebas fehacientes de ser un gran embustero. Lo de los lacitos no sucedió. Los conejos de Bernal fueron beneficiados en parrilla comunal. La gente no puede ayunar esperando que crezcan y se reproduzcan los prolíficos animalitos que –y eso lo ignoran los proponentes– están incluidos en la lista de las 100 especies invasoras más dañinas del mundo, elaborada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
Mientras asimilamos el disparate, podemos ir dando saltos en una patita, como el conejito, para su casita.

Roy Daza Correo del Orinoco “La OPEP: una nueva realidad” (Pag.23) La participación del presidente Nicolás Maduro en la reunión de la Organización de Cooperación Islámica (OCI, por sus siglas en inglés) muchos de ellos productores de petróleo, así como su visita a Argel y los acuerdos alcanzados, significan que se ha dado un paso en la reconfiguración del mapa económico y político del mundo, en el que Venezuela juega un papel importante.
En su condición de Presidente del Movimiento de los No Alineados (NOAL), el mandatario venezolano expuso, en Astaná, las alternativas que se abren a las economías de todos los países de lo que antes se denominaba “Tercer Mundo”, y que ahora son los “emergentes”.
El encuentro en Kazajistán ha tenido y tendrá un gran impacto geopolítico; allí el Jefe de Estado venezolano se reunió con Nursultán Abishevich Nazarbáyev, presidente de esa nación de Asia Central, y sostuvo entrevistas con el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdoan, y con el mandatario iraní, Hasán Rohaní.
La realidad del mercado petrolero mundial ha experimentado cambios de gran significación desde la Cumbre de la OPEP, en Caracas, en septiembre de 2000, hasta hoy.
Si se afianza la cooperación entre la OPEP y los países productores de petróleo que no forman parte de esa Organización, que vaya generando nuevas condiciones en el mercado, es posible que podamos entrar en un periodo de estabilidad de los precios del crudo, factor que es positivo para los países productores, para los consumidores, para las empresas transnacionales y para los Estados, que son los cuatro actores fundamentales del mas grande de los mercados de mercancías del planeta: el petrolero, que es la energía que mueve el transporte, el comercio y la industria del mundo actual. La sigla OPEP+ es expresión de una nueva realidad, del naciente mapa geopolítico que brota de un mundo de tormentas políticas crecientes.

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