EEUU, 15 de julio de 2016.- Aunque ya son comunes no dejan de ser increíbles. Las cifras de muertos que registra Estados Unidos en los seis meses y 15 días que van del año superan los 7 mil, según la organización estadounidense Violencia Armada Archivo (Gun Violence Archive).
Este año continúa la cuenta del horror: 28 mil 422 incidentes con armas de fuego, 15 mil 149 heridos y 7 mil 321 muertos. El racismo ya sea por raza o religión, ha sido la vertiente principal en esta situación.
En estas cifras, es importante resaltar que unos 328 niños han muerto por heridas de armas de fuego, mientras que mil 601 adolescentes han contado con la misma suerte.
Desde el siete de julio cuando se registró el tiroteo en Dallas en el que murieron cinco policías durante una manifestación contra la violencia policial, han sido asesinadas otras 90 personas en todo el país.
Unos 328 niños han muerto por heridas de armas de fuego
Entre las estadísticas de la organización que lleva el archivo destaca una muy relevante que demuestra el problema racial entre un policía blanco y un ciudadano negro.
Son 985 los casos en los que un agente policial dispara contra un “objeto sospechoso”, mientras que 176 es el número de hechos en los que un funcionario ha sido herido por la población.
Aunque el presidente de EEUU, Barack Obama, repudió estos acontecimientos, e incluso hizo un llamado a establecer un control de armas en el país, aún no se aplica ninguna medida concreta que permita acabar con la situación, y en la que se pueda evitar que cualquier ciudadano pueda adquirir un arma de fuego bajo los más deficientes requisitos para ello.
(FOTO: Agencias) Diputados demócratas del Congreso, que incluye a la republicana Elizabeth Esty (sentada a la izquierda) protestaron, sentados en el suelo en búsqueda de una votación sobre las medidas de control de armas..
En un artículo escrito por médicos, y publicado en enero de 2016 en New England Journal of Medicine, se critica que la Asociación Nacional del Rifle (NRA), así como los legisladores que ésta financia y algunos propietarios de armas, se oponen incluso a que se determine qué medidas pueden ayudar a acabar con la problemática.
Es probable que el punto de inflexión a esta política lo haya marcado el tiroteo de Orlando en junio de 2016, en el que murieron 49 personas, lo que le convirtió en el más mortal de la historia de Estados Unidos, reseña el portal español Bez.
¿La violencia armada en EEUU es una crisis de salud pública?
Debido a las alarmantes cifras que registra el país por esta causa, la American Medical Association (AMA) está presionando al Congreso estadounidense para que considere la violencia armada como una crisis de salud pública, y se permita dar respuesta y solución a la misma.
Su primer paso no es fácil y pasa por acabar con una legislación que cumple veinte años y que prohíbe a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) investigar las causas de esta violencia.
Desde ese año 1996, cuando se impuso la conocida como Enmienda Dickey, el número de asesinatos por armas de fuego no ha hecho más que crecer exponencialmente, resalta Bez.
AMA considera que la posesión y el uso de armas, sin ningún tipo de control, especialmente pistolas, “es una seria amenaza a la salud pública, así como que las armas son una de las principales causas de heridas y muertes, tanto intencionadas como accidentales”.
La Asociación Médica insiste y espera que no hagan falta muchos más "Orlandos" para convencer a los políticos de la necesidad de estudiar, controlar y detener este número de crímenes.
La situación llevó que el doctor Mike Miller, un delegado de AMA, haya considerado a EEUU como la “vergüenza del mundo” en lo que se refiere a su pasividad frente a la violencia armada
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