El secretario de Estado de EE.UU. considera ahora que el presidente sirio, Bashar al-Asad, no tiene futuro en el Gobierno de su país y deberá dejar el cargo.
Rex Tillerson ha asegurado este jueves que Al-Asad no tiene futuro como presidente de Siria y tendrá que dejar el cargo en el marco de un proceso de paz auspiciado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Estas declaraciones se produjeron en una visita a Ginebra en la que Tillerson se reunió con el enviado de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, quien intenta organizar una nueva ronda de diálogos de paz para Siria a partir del 28 de noviembre.
“No creemos que haya un futuro para el régimen de Al-Asad ni para la familia Al-Asad (...) Ya lo he dicho varias veces. El reinado de la familia Al-Asad está llegando a su fin y la única cuestión ahora es saber cómo se producirá esto”, dijo el alto funcionario estadounidense en su comparecencia ante la prensa.
Pese a que esta retórica es la más dura exhibida hasta ahora por la Administración estadounidense —que en el pasado había dicho que el futuro de Al-Asad no era una cuestión prioritaria—, el secretario aseguró que la política de Washington no ha cambiado.
Según él, la única transformación desde que Donald Trump asumió el cargo de presidente de EE.UU. es que la actual Administración considera que “no es un prerrequisito que Al-Asad se vaya antes de que comience el proceso”, si no que Al-Asad se irá como resultado del mecanismo que, considera Tillerson, dará pie a un proceso de transición política en Siria.
Bashar al-Asad ha logrado, con la ayuda de aliados como Rusia e Irán, liberar gran cantidad de territorio que había caído en manos de terroristas como consecuencia de la crisis iniciada hace más de seis años por grupos extremistas y 'rebeldes' que buscan derrocarlo. En repetidas ocasiones se ha denunciado el apoyo de ciertos países occidentales a estos grupos para derrocar a Al-Asad.
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