por Basem Tajeldine / Resumen Latinoamericano/ 11 de julio 2017 .-
Ayer presencié un cruel linchamiento. Comprobé con mis propios ojos lo que hemos venido denunciando desde hace mucho tiempo: la derecha venezolana logró su objetivo de inocular el odio y deseos de muerte en amplios sectores de la sociedad venezolana.
Lo presenciado fue terrible. Un festín macabro de necrofilia desbordado. Una vez capturado el desafortunado, los jóvenes de la zona residencial de clase media en Lomas del Avila bajaron de sus apartamentos con sus bates de béisbol en mano para descargar todo su odio y resentimiento contra la humanidad de quién, dijeron algunos, había cometido un robo. Nadie comprobó si era cierto aquello. Ya con un disparo sobre su cuerpo, desangrandose y golpeado por los primeros que acudieron a su linchamiento, ya inconciente el pobre, comezaba el festín del sádico linchamiento con los bates. Uno por uno y varios a la vez golpearon su cráneo y costillas. Finalmente, uno de sus asesinos se acercó y descargó una ráfaga de disparos sobre el cuerpo ya sin vida de aquel pobre que no tuvo tiempo de arrepentirse ni pedir clemencia. Una jauría de hienas y samuros desgarrando a su presa. El muerto ya estaba bien muerto, y los batazos continuaron por unos minutos más. Nadie quería perder la oportunidad de descargar su rabia. Muchos vecinos celebraron con pitos y algunas cacerola al grito de “-Maten a ese ladrón! -Debe ser un chavista! -Más fuerte! -Que muera! -Que muera ese maldito!”
De pronto una vecina indignada gritó fuerte “Nadie puede justificar esa aberración”. Y para qué sirvió su justa indignación. Sus vecinos la insultaron gritando “-Fuera maldita chavista!, Muere tu también! La asustada mujer se ocultó.
Vivimos tiempos dificiles, de barbarie capitalista. Como en los tiempos previos y durante la 2da guerra mundial, ideologías nefastas paridas por los miedos de la burguesía vuelven al rodeo. Y como siempre, se apoderan de la mal llamada “clase media”, a quienes hacen su peón en el tablero. Desconozco a esos venezolanos. Grupos con entrenamiento militar y ansiosos de matar se han apoderado de algunas zonas residenciales con el apoyo de sus propios habitantes. Así comenzó el paramilitarismo en Colombia. Venezuela se ha colombianizado. Qué pena y dolor siento! pero sobre todo, mucha importancia por no haber podido hacer nada. Lomas del Avila es una zona dominada por peligroso grupos paramilitares y vecinos rabiosos que los apoyan.
Lo presenciado fue terrible. Un festín macabro de necrofilia desbordado. Una vez capturado el desafortunado, los jóvenes de la zona residencial de clase media en Lomas del Avila bajaron de sus apartamentos con sus bates de béisbol en mano para descargar todo su odio y resentimiento contra la humanidad de quién, dijeron algunos, había cometido un robo. Nadie comprobó si era cierto aquello. Ya con un disparo sobre su cuerpo, desangrandose y golpeado por los primeros que acudieron a su linchamiento, ya inconciente el pobre, comezaba el festín del sádico linchamiento con los bates. Uno por uno y varios a la vez golpearon su cráneo y costillas. Finalmente, uno de sus asesinos se acercó y descargó una ráfaga de disparos sobre el cuerpo ya sin vida de aquel pobre que no tuvo tiempo de arrepentirse ni pedir clemencia. Una jauría de hienas y samuros desgarrando a su presa. El muerto ya estaba bien muerto, y los batazos continuaron por unos minutos más. Nadie quería perder la oportunidad de descargar su rabia. Muchos vecinos celebraron con pitos y algunas cacerola al grito de “-Maten a ese ladrón! -Debe ser un chavista! -Más fuerte! -Que muera! -Que muera ese maldito!”
De pronto una vecina indignada gritó fuerte “Nadie puede justificar esa aberración”. Y para qué sirvió su justa indignación. Sus vecinos la insultaron gritando “-Fuera maldita chavista!, Muere tu también! La asustada mujer se ocultó.
Vivimos tiempos dificiles, de barbarie capitalista. Como en los tiempos previos y durante la 2da guerra mundial, ideologías nefastas paridas por los miedos de la burguesía vuelven al rodeo. Y como siempre, se apoderan de la mal llamada “clase media”, a quienes hacen su peón en el tablero. Desconozco a esos venezolanos. Grupos con entrenamiento militar y ansiosos de matar se han apoderado de algunas zonas residenciales con el apoyo de sus propios habitantes. Así comenzó el paramilitarismo en Colombia. Venezuela se ha colombianizado. Qué pena y dolor siento! pero sobre todo, mucha importancia por no haber podido hacer nada. Lomas del Avila es una zona dominada por peligroso grupos paramilitares y vecinos rabiosos que los apoyan.
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