Resumen Latinoamericano/ 11 de jluio 2017 .-
Ha sido tanta la degradación social y política como la polarización en Colombia, que nos alcanza para mandar todos esos males a otros países creyéndonos con el derecho de limpiar las casas ajenas aunque las nuestras permanezcan sucias.
Por eso es normal ver en nuestro país a defensores de paramilitares, corruptos, defensores guerrilleros, funcionarios públicos inmersos en actos de corrupción y crímenes, dando clases de moralidad a través de medios de comunicación y en redes sociales como si tuvieran no solo la autoridad moral, sino el don divino de elegir quién puede y quién no puede vivir en determinada extensión de tierra.
Esto se ha vuelto la legalización del crimen y la corrupción para cierto sector con tal de que esté en contra del sector que a mí no me gusta, justificamos el delito siempre y cuando este sea ejercido por la persona o político de mis afectos, no obstante salimos a criticar en el otro lo que en otro acolitamos.
Prácticamente nos hemos convertido en el ‘ahorro político’ de las ideas de lo que quiere el gobernante o ‘líder’ de turno, por eso es normal tener que mamarnos por ejemplo, al uribismo, que aunque sepan que hacen un daño social, echando hoja seca a la hoguera de la paz para mantener cautivo a un público que le gusta la guerra, decir lo contrario los conlleva a perder electorado, ellos saben que hablando mal de las FARC o de Nicolás Maduro y de los mandatarios llamados de ‘izquierda’, da buenos réditos políticos. Y también se da en el caso de los llamados líderes de izquierda que mantienen su electorado hablando de los llamados derechistas y oligarcas.
Somos una sociedad secuestrada políticamente por líderes y sus medios de comunicación que nos mantienen sin aceptarlo, totalmente polarizados. Cada quien cuida su rédito electoral desde el discurso y la opinión.
Aterrizando en lo que quiero con esta columna evidenciar, me centro en dos aspectos recientes derivados del odio que incita a aplaudir la muerte, caso específico, aplaudir la muerte de un mandatario de un país vecino solo porque olvidamos, que debemos cuidarnos de los medios que nos llevan a odiar al oprimido y a adorar al opresor.
No estoy defendiendo a Nicolás Maduro ni al Gobierno Socialista de Venezuela, pero tengo que llamar a la reflexión. ¿Estamos seguros que en Colombia no hemos tenido no uno solo, sino a varios presidentes peores? ¿Qué significa para nosotros ser el país con más desplazados internos en el mundo (6 millones)? ¿Qué dolor nos da haber tenido gobiernos que para mostrar resultados de una guerra que no ganaba asesinó a más de 3 mil jóvenes (Falsos positivos)? ¿Qué opinión nos merece saber que en nuestro país más de 6 mil niños han muerto de hambre en La Guajira? Sin contar los del Chocó y otras zonas. Somos el país con más funcionarios presos y huyendo por corrupción y paramilitarismo ¿Eso no nos importa? Tenemos cientos de policías y militares presos por corrupción, violación sexual y crímenes ¿Tampoco nos dice nada? Recientemente sonaron los escándalos de ODEBRECHT y REFICAR y el Fiscal nombrado por la Fiscalía para hacer esa investigación y llevar a la cárcel a los verdaderos culpables, se encuentra pedido en extradición por los Estados Unidos por corrupto. ¿Tampoco importa?
Sin necesidad de juntar todos esos males que tenemos, solo cogiendo uno a uno, superamos ampliamente el problema más grave que tiene Venezuela, porque si hablamos de muertos y la razón para decir que ese Gobierno es asesino porque van 92 muertos de ambos lados durante los más de 100 días de protesta, hasta en eso somos primeros, llevamos en un año 160 líderes reclamantes de tierras y defensores de Derechos Humanos asesinados. Silencio total de los medios y el Estado Colombiano.
Estamos cayendo en la idiotez de no aceptar qué tan manipulados somos por los medios de comunicación. Si bien es cierto que una gota de agua hace un hueco, menos cierto es, que viendo todo el día noticias en contra de un personaje, algo se tiene que quedar. Por eso los odios y los amores infundados.
Aquí tenemos a 160 líderes sociales asesinados, tenemos líderes políticos sin derechos, otros presos injustamente sin contar los desaparecidos y descuartizados, pero los medios, sobretodo RCN, le dedican horas a un personaje tan común y torcido como cualquier político colombiano convirtiéndolo en héroe, me refiero a Leopoldo López, personaje que sin saber quién es ni su historial político y social, ya en Colombia lo adoramos por el solo hecho que es enemigo de Nicolás Maduro.
Entonces es natural que encontremos estupideces salidas de un reconocido periodista como Manuel Teodoro, que aprovechando el odio que ellos mismos inculcaron hacia el mandatario venezolano, se inventa una encuesta prácticamente pidiendo asesinar al presidente de Venezuela, se podría interpretar así, primero sabiendo que los odios irracionales votarían por el si, que lo maten, y segundo, eso lo pone en el pedestal de los adorados por quienes se creen con el derecho de decidir sobre la vida de los demás.
No menos estúpido es el abogado costeño Abelardo De La Espriella, un abogado defensor de paramilitares, asesinos y corruptos, pretendiendo dar lecciones de moral y de política.
A través del diario barranquillero El Heraldo, pidió a los que él considera gente de bien (como las que él saca de las cárceles) asesinar al presidente venezolano Nicolás Maduro.
Obviamente que hay gente que le copia y aplaude ese pensamiento, porque ya hay una sociedad con la mente filtrada por los odios y los romances. Todo ese trabajo sucio es hecho por los principales medios de comunicación en Colombia, cuyos dueños no solo financian la guerra en Colombia, sino que impulsan golpes de estado en otros países para tener control de sus riquezas y para eso, se inventan cualquier película y hasta financian desórdenes que después en sus medios llamarán ‘protestas pacíficas’.
Nada justifica la muerte de ningún ser humano, menos si ésta es por intereses políticos porque la política es lo más ruin y sucio que podamos tener alrededor. ¿O lo duda porque usted también es de los que odia?
Manuel Teodoro ni Abelardo De La Espriella, representan el sentir del pueblo colombiano, la mayoría y bien amplia, no estamos detrás de que maten a nadie y menos por política.
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