A 156 años del nacimiento de Tulio Febres Cordero, el patriarca de las letras merideñas
En 1871 ingresa a la Universidad de Los Andes para seguir los cursos de Latinidad y Filosofía, graduándose de bachiller siete años después. Durante esta etapa aprende varios oficios que luego le serán de gran utilidad en el futuro: zapatería, relojería, tipografía, encuadernación, caligrafía, dibujo y pintura.
En la Universidad inicia estudios de derecho, carrera que culmina en 1882, doctorándose 18 años después. Luego de esto comienza su labor como tipógrafo y periodista. Funda varios periódicos y revistas que, además, dirige, hace de redactor, o en los que simplemente colabora, como Páginas Sueltas y El Comercio, ambos junto con José Antonio Parra Picón; El Lápiz, El Centavo, El Billete, El Mosaico, éste último con su hijo José Rafael Febres-Cordero.
Su actividad en la Universidad de los Andes fue larga y fructífera, especialmente como catedrático de Historia Universal, lo cual condujo a su nombramiento como vicerrector interino y rector honorario. En cuanto a su obra en general, se podría clasificar como polifacética al abarcar aspectos propios de la historia, la literatura, la antropología, el derecho, la educación entre otras ramas del saber. No es raro entonces, que su escritura se exprese en distintos géneros: crónica, ensayo, cuento, novela y poesía.
Su heterogénea producción intelectual se caracterizó por abordar conjuntamente los hechos de la historia grande o formal (conquistas, fundaciones, revoluciones, guerras, etc.) con los de la historia pequeña o cotidiana (costumbres, creencias, modos de vida, etc.). Dio a conocer las tradiciones, mitos y leyendas, expresiones que si bien no forman parte de la historia académica, ayudan a entender a los pueblos, en este caso de la región andina.
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