Carlos Machado Villanueva
Soy uno más de quienes caminando por las calles de nuestra amada Caracas, vuelvo a ser ingratamente sorprendido por la proliferación, cada vez sospechosamente mayor, de personas hurgando en los promontorios de basuras de las esquinas, incluso llevándose inmediatamente a la boca cualquier desperdicio alimenticio que encuentran.
Hay en esta acción detalles que suscitan sospechas en mí, al igual que me sucede con la repentina proliferación de pedigüeños en el Metro (subterráneo), de que, como decimos en Venezuela, hay una mano peluda detrás de estos ¿fenómenos?
No niego que la escasez de alimentos que padecemos y la insoportable inflación, ambas hijas de la guerra económica desatada contra Venezuela por sus poderosos enemigos internos y externos, impide hoy a muchos la adquisición de alimentos con su cada vez más poco dinero.
Pero ¿cómo responsabilizar al actual gobierno bolivariano y chavista, presidido por Nicolás Maduro – un hombre de extracción humilde-, de esta lamentable situación?, si fue precisamente el desaparecido presidente Hugo Chávez, su ductor, conmovido por la situación similar que encontró a su llegada al Gobierno en 1998, de personas y niños de escasos recursos y en situación de calle que acudían a esta práctica, y que lo llevarían a crear las llamadas casas de la alimentación.
Fue a partir de su creación que estas personas pudieron alimentarse en estos comedores ubicadas en los barrios populares con mayor problema de pobreza. Hasta allí iban las personas en situación de calle y las personas desempleadas de la comunidad a recibir al menos un digno almuerzo , incluso hasta cena.
A donde quiero llegar: Me uno a quienes creen que esta desbordante proliferación de personas alimentándose con desechos en las calles de Caracas, responde a un plan de desestabilizador, aun más, con un fuerte financiamiento.
¿Qué significa estos? Pues que la gran mayoría de las personas que se han dedicado últimamente a mostrarse públicamente en esta acción están recibiendo un emolumento para hacerlo. Ya está más que comprobado que la CIA dispone de ingentes recursos financieros proveniente del tráfico de drogas para este tipo de operaciones de guerra no convencional y operaciones encubiertas.
Un detalle que he notado es que estas personas se reúne en grupo de 5 y más “comensales”, quienes por la forma de interactuar en el momento de la acción, se percibe que se conocen de tiempo.
Me atrevería a decir además que he notado que éstos se llevan la comida en mal estado a la boca y de manera subrepticia la dejan caer de su mano sin ingerirla, lo que configura un simulacro.
Otro detalle que llama poderosamente la atención es que, al pasar por varios promontorios de basura en mí andar citadino, observo que estos dizque “comensales” parecen ponerse de acuerdo para estar todos la misma hora en su odiosa faena.
Creo entonces que ha llegado la hora que las autoridades respectivas se dispongan a realizar las acciones pertinentes para determinar cuál es realmente la situación planteada con este “fenómeno social” al cual, no nos debe quedar la menor duda, los enemigos de la revolución bolivariana le vienen sacando a máximo provecho mediático.
Nada más un botón de esta aseveración: ingrese al buscador de su preferencia y consulte el tópico “personas comiendo basura en Caracas”, pinche en el link “imágenes”, para que vea la cantidad de fotografías de personas “comiendo basura” que han sido subidas y, por supuesto, difundidas a nivel nacional e internacional, y que llevan a una población incauta a implorar una acción “humanitaria” para nuestro país ya.
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