Una vez más la derecha venezolana quiere torcer el brazo de la legalidad en el país.
¿La Mesa de la Unidad realmente quiere realizar un referéndum revocatorio? La actuación de sus dirigentes desde que el Consejo Nacional Electoral aprobó el informe de validación de las manifestaciones de voluntad que la califican como solicitante indica que su estrategia está dirigida a generar desestabilización en el país con la excusa de una convocatoria cuyos lapsos están claros, pero ante los cuales esa dirigencia se hace de oídos sordos.
El pasado 1° de agosto el directorio del Poder Electoral anunció la aprobación del informe que indicaba la validez de las manifestaciones de voluntad para que la coalición opositora solicite la convocatoria de un referéndum revocatorio contra el Presidente Nicolás Maduro. El 9 de agosto la presidenta del CNE presenta al país el cronograma de actividades que se desarrollarán una vez certificada la MUD como solicitante, conforme a la normativa vigente y la experiencia del ente electoral en la organización de este tipo de eventos.
Las reacciones de los dirigentes de la MUD sobre el anuncio del cronograma se dirigieron a descalificar a las rectoras, pero en ningún momento cuestionaron el mismo. El propio técnico del la MUD ante el CNE, Vicente Bello, declaró el mismo día que se presentó ante el país el cronograma que no había tiempo para realizar ningún comicio en el 2016. Si los lapsos están claramente definidos ¿por qué la dirigencia opositora insiste en que la fecha se logrará con la presión de calle?
La respuesta está en las declaraciones del gobernador de Miranda, el presidente de la Asamblea Nacional y los dirigentes de partidos como Voluntad Popular y Vente Venezuela: el objetivo no es lograr el referéndum, es la desestabilización del país forzando los lapsos y por ende, las leyes de la República.
Así se convocó a las calles para “tomar Caracas” el 1° de septiembre. Sin embargo en los discursos y declaraciones de ese día los dirigentes opositores apenas si hicieron referencia al revocatorio, y volvieron a convocar actividades de calle, desconociendo nuevamente el cronograma ya conocido por el país.
Sin embargo ya el 2 de septiembre el secretario ejecutivo de la MUD reconoce el cronograma al mencionar las fechas previstas para anunciar la fecha de recolección de las manifestaciones de voluntad y amenazar con “seguir tomando las calles” si no se dan las condiciones exigidas por la coalición opositora para esta actividad.
En la cuenta twitter @UnidadVenezuela se afirmó el martes 5 de septiembre que “Este miércoles se exigirá al CNE 14.000 centros de votación y 40.000 máquinas durante 3 días; que establezca la fecha del 20% sin más demoras; conformar una comisión técnica con la MUD para proceso del 20%, el cual debe ser calculado como circunscripción única nacional”
Tales exigencias son ilegales ya que el número de máquinas y centros de recepción se establece de acuerdo con el artículo 24 de la normas para la promoción y solicitud de referendos revocatorios. No es una decisión arbitraria.
Aún sabiendo que la semana que viene se aprobarán las condiciones para la recolección del 20%, la MUD pretende tutelar al CNE para lograr sus objetivos políticos, dejando en evidencia que su intención no es lograr que los electores apoyen su propuesta de revocatorio, sino desconocer la legalidad y desestabilizar el país.
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