William Castillo, entrevistado en el programa La Política en el Diván, aseguró que Es necesario saber qué tipo de consumidores de tecnologías en el mundo. En Venezuela somos de los primeros del mundo en redes sociales. Hay casi un teléfono móvil por habitante, 30 millones. Y de ellos la mitad son teléfonos inteligentes. El promedio de crecimiento de datos transmitidos por teléfonos inteligentes en Venezuela es de 75% anual, cuando en el mundo el promedio es de 25%. Todas las redes sociales están conectados a la NSA. Es una especie de biopolítica. Hay que hacer una reflexión de cómo se usan.
El Brexit, el caso del referéndum en Colombia, el triunfo de Trump, el de Macri, o el de Obama en 2008 son ejemplos de uso de Big Data para fines políticos. Se envían mensajes a personas agrupadas por categorías. Para eso es necesario grandes computadores, algoritmos. Pueden diseñar contenido a grupos específicos de individuos, ubicados en sitios diferentes del mundo a través de Big Data. Dinamarca acaba de nombrar a un funcionario para llevar las relaciones con las grandes corporaciones. Le están dando carácter de estado a estas grandes empresas. Hay tendencia de liberalizar a las redes. Nosotros perdimos las elecciones de 2015 porque la derecha lanzó la campaña de “la última cola”, que era muy potable, y en cambio, nosotros fuimos casa por casa hablando de una política social. Venezuela tiene una reserva en conciencia Política que Chávez sembró. Hay por delante un desafío. Hay que capacitar gente, desarrollar aplicaciones, la Revolución tiene la raíz para enfrentarse con las tecnologías para entenderse con una perspectiva de transformación y no de sumisión.
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