Ezequiel Zamora

Ezequiel Zamora (Cúa, Miranda, 1 de febrero de 1817 - San Carlos, Cojedes, 10 de enero de 1860) fue un militar y político venezolano, uno de los principales protagonistas de la Guerra Federal (1859-1863), líder radical que propugnaba una extensa reforma agraria a favor de los campesinos.
En 1846, como miembro del Partido Liberal, se presenta a las elecciones de ese año, como candidato a "elector" para el cantón de Villa de Cura, pero su nominación fue objetada por los conservadores, mediante procedimientos típicamente fraudulentos que él y todos sus amigos en conjunto y sus partidarios consideraron como compulsivos e ilegales. Este fue el reflejo de la tensa situación entre Liberales y Conservadores a escala nacional, cuyo cruento desenlace pretende evitarse por medio de una entrevista entre José Antonio Páez y Antonio Leocadio Guzmán padre de Antonio Guzmán Blanco. No obstante, la reunión de los dos líderes es frustrada por alzamientos espontáneos de campesinos en la región central. Zamora llama inmediatamente a "hacer la guerra a los godos" en beneficio de los pobres, mientras Páez es nombrado Jefe del Ejército. En definitiva, Zamora se levanta en armas el 7 de septiembre de 1846, en la localidad de Guambra; "tierra y hombres libres", "respeto al campesino", "desaparición de los godos", son las consignas esenciales de quien la gente comenzó a llamar "General del Pueblo Soberano". Tras librar las acciones victoriosas de Los Bagres y Los Leones, es derrotado y capturado por el general José María Zamora en la batalla de la Laguna de Piedra el 26 de marzo de 1847. Es condenado a muerte por los tribunales de Villa de Cura el 27 de julio del mismo año, pero José Tadeo Monagas le rebaja la pena a 10 años de prisión. Tras escapar de la cárcel de Maracay en el camino hacia la prisión de Maracaibo, encontró trabajo como peón en una hacienda. Al año siguiente fue indultado.


Estatua de Ezequiel Zamora, Estación Ferrocarril, Cúa.
Algún tiempo después se enroló en el ejército liberal de José Tadeo Monagas que combatía contra los terratenientes. En 1849 capturó a Páez y lo llevó encadenado a Caracas. En 1851 le ascendieron a coronel. La derrota de los terratenientes fue temporal y Zamora tuvo que exiliarse al Caribe. En octubre de 1858 se constituyó la Junta Patriótica y se inició una rebelión que encabezaría el general Juan Crisóstomo Falcón, cuñado de Zamora. Para las masas que llevaron adelante la insurrección y para Zamora que las conducía y para sus compañeros e ideólogos de mayor confianza (el inglés José Branford, los franceses Carlos Enrique Morton, Napoleón Avril, así como José Ignacio Charquet, Francisco J. Iriarte, Antolino Álvarez y otros), la guerra de la “feberación”, como decía la plebe y los esclavos recién liberados, se proponían también resolver el problema democrático, pero fundamentalmente la situación de desigualdad social.

La gran consigna expresada en medio de los campos de batallas en los llanos, de Coro, Yaracuy y Barquisimeto, así el de las proclamas editadas en una imprenta en La Victoria y que se repartían en los territorios liberados, era el de la “igualación social”. En una carta de Zamora del 12 de diciembre de 1859, dos días después de la Batalla de Santa Inés, escribía: “No habrá pobres ni ricos, ni esclavos ni dueños, ni poderosos ni desdeñados, sino hermanos que sin descender la frente se tratan de bis a bis, de quien a quien”.

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