El Gobierno Bolivariano, en un nuevo comunicado, rechazó “el doble estándar en materia de Derechos Humanos de la Cancillería chilena”, que guarda silencio frente a verdaderas violaciones de derechos fundamentales de pueblos enteros, mientras hace uso político del caso del ciudadano venezolano Braulio Jatar, movido por intereses de sectores reaccionarios de la burguesía pinochetista.
Lea el comunicado íntegro del Ministerio del Poder Popular para Relaciones Exteriores:
Lea el comunicado íntegro del Ministerio del Poder Popular para Relaciones Exteriores:
La República Bolivariana de Venezuela ratifica el contenido de su comunicado en la mañana del día de hoy, y rechaza categóricamente el doble estándar en materia de Derechos Humanos de la Cancillería chilena, que hace uso político del caso de un ciudadano venezolano que durante la Cuarta República cumplió condena en prisión por escándalosos casos de corrupción y extorsión, que conmocionaron a la opinión pública nacional.
El ciudadano Braulio Jatar, venezolano, quien además tiene su domicilio en Venezuela, se le sigue causa penal por presuntos delitos graves contra el patrimonio público y el orden constitucional cometidos en territorio venezolano, bajo su exclusiva jurisdicción, está siendo juzgado con estricto apego a las normas constitucionales que amparan al debido proceso en uno de los sistemas más garantistas del continente, como lo es, el sistema constitucional venezolano.
La eventual ostentación de otra nacionalidad no viene al caso y menos puede constituirse en credencial de impunidad de ninguna naturaleza. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile no puede torcer la doctrina en materia de derechos humanos, para injerirse en asuntos de la jurisdicción exclusiva de Venezuela.
Llama poderosamente la atención la acostumbrada promoción del Canciller Múñoz a favor de ciudadanos vinculados a la derecha venezolana, incursos en graves delitos contra el orden constitucional y legal de Venezuela. Triste papel en la defensa de la corrupción y la violencia allende sus fronteras, en un esmerado esfuerzo infructuoso por lavarles la cara.
El Canciller chileno guarda silencio deliberadamente sobre las verdaderas violaciones de los derechos fundamentales de pueblos enteros, que su concepción parcializada y de doble estándar no le permite ver en razón de sus intereses políticos e ideológicos alineados con los centros imperiales, mientras infundadamente agrede a los gobiernos de países cuyas democracias son garantes de los derechos humanos.
La República Bolivariana de Venezuela es un Estado Constitucional de Derecho, Justicia y Paz, cuya soberanía no permite tutelaje de ningún gobierno del mundo, y mucho menos de un funcionario que sistemáticamente ataca los procesos de unidad e integración de la Patria Grande, y que calla frente a golpes de Estado, para gozar de los favores y guiños de potencias extranjeras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario